Otra vez, Dios se ha equivocado
Como un niño sin sentido
Como un ciego atolondrado
Como un lerdo chapucero
Como un viejo demenciado.
Arrojando los dedos con su mano
Como un jugador viciado.
Sí, otra vez Dios ha errado.
Se llevó a la paloma blanca
Y dejó al cuervo olvidado
Arrancó la flor más bella
Y se dejó el cardo
Abatió al gorrión pardo
Y dejó al negro murciélago
Sí, otra vez ese cretino Dios
Se ha vuelto a equivocar.
Soberbio, desde su trono celestial,
Exigirá fe en su providencia divina
Amor e inquebrantable lealtad
Y confianza ciega e inmutable
Oculto tras su negro antifaz
Requerirá adoración y honores
Sacrificios al pueblo de Israel,
Y a los llamados cristianos
Y a los seguidores del Islam,
Pero ese Dios tan santo
Otra vez ha vuelto a fallar.
O es un inútil tarado
O un perverso bastardo
O el príncipe de la maldad
Jolín, muchacho, menos mal que te conozco un poco, porque de lo contrario me pondría a quemar iglesias. Contigo, no obstante.
ResponderEliminarNo sería mala idea, pues se dice que la iglesia que más ilumina es aquella que arde. Pero no es cuestión de incendiar nada. Dejemos que los felices esclavos sigan siendo eso mismo: esclavos felices.
ResponderEliminarPor otra parte, este escrito no va contra ninguna iglesia en particular y sí contra ese constructo teológico tan poco conocido, a pesar de que lo elabora el Antiguo Testamento y como todo el mundo sabe, es la palabra de ese Dios revelada.
Amén (y que le den).
Cuantas veces se equivoca dios, tantas. Yo no creo en un dios justo. Hace tiempo deje de creer en algunas cosas, o quizas lo que fuí dejando por el camino, es la poca fe que tenía.
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