He dejado de correr a tu encuentro
Porque que el espacio vacío
Que deja tu ausencia eterna
Golpea inclemente mis labios.
He dejado de soñar para siempre
Porque tengo miedo de hallarte
Espectral e indiferentemente ajena
Entre las brumas del ensueño
Y he dejado de marcar tu teléfono
Desde hace ya algún tiempo,
Estrellado y roto contra el silencio
De ausencia, tono a tono realzada.
Por fin, he terminado de aprender:
Te he perdido, tal vez para siempre.
Ya no eres tú aquella amada mía,
Hoy prisionera de la absurda vorágine.
Pero no he podido, ni puedo
Entregar al olvido aquel tiempo,
De loca primavera y anhelo,
Cuando aprendí, tras un tierno beso,
A amarte con desvelo
Día a día
Verso a verso.
Día a día
Verso a verso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario